¿ A dónde vamos ?
La respuesta no es concisa. Es imposible. De nuevo nos encontramos en un camino bifurcado. Quizás trifurcado. Y la decisión sobre qué camino coger nos plantea dudas suficientes como para analizarlas profundamente y no caer, ¿de nuevo?, en la maldita deuda técnica.
Hablemos primero porqué han ido apareciendo los conceptos Cloud en el mercado. Para poder hacer con mayor claridad, nos remontamos primero a una breve explicación de la virtualización.
Las empresas sentían que, cada vez más, estaban "atados" demasiado al hardware sobre el que residían sus sistemas de software empresarial. El hardware era una atadura que implicaba unos costes muy elevado por los contratos de mantenimientos que los fabricantes te obligaban a cumplir, el stock que debías tener (según criticidad del negocio) y los lentos sistemas de Disaster Recovery.
Comenzaron a aparecer tecnologías de virtualización que prometían abstraerse del hardware que los hospedaba y usar un hipervisor (imitador de hardware) que tendrían la virtud de soportar máquinas dedicada virtuales por encima y que éstas serían en un formato lo suficientemente estándar como para que se pudieran mover entre distintos hardwares independientemente de cuál fuera éste. O sea, que lo que iban a conseguir las empresas es tener un sistema de servidores dedicados (o asimilables) sin preocuparse qué hardware hay por debajo. Además, este sistema de hipervisores, permiten instalar prácticamente cualquier Sistema Operativo (Linux, Microsoft).
A la práctica, la virtualización ha sido una avance gigantesco en la gestión de infraestructuras, en disponibilidad de servicio y en la protección de la estabilidad de los datos. Algunos ejemplos de tecnologías de virtualización son:
- VMware
- Xen Server
- HiperV
- Virtualbox
- Virtuozzo
Como verdaderos estándares han quedado, por orden de peso en el mercado, Vmware, Xen Server e HiperV (Microsoft). No hay ninguno sensiblemente mejor que el otro. Las tres son tecnologías potentes y versátiles que buscan siempre la eficiencia en la gestión de recursos.
Una vez que el mercado ha aceptado y validado la solvencia de la virtualización, ha aparecido otra variable a considerar. Y ésta no es otra que la ubicación de los nodos virtuales. Digamos que en la fase inicial de la aceptación de la virtualización, todos teníamos claro que el lugar adecuado para alojar nuestros nodos VPS (Virtual Private System) era el mismo lugar donde residían nuestros antiguos servidores físicos. La voluntad de evitar problemas físicos nos llevó a abstraernos del hardware. La evolución llegó entonces a la abstracción del nodo físico donde se hospedaban tanto las máquinas físicas como las virtuales.
Llegamos entonces al concepto Cloud.